El tiempo pasa y yo aún no he dicho lo que quiero decir. Millones de posibles conversaciones estallan en mi cabeza y ninguna sale victoriosa.
Ojala pudiera volver a aquel momento y lugar donde por unos momentos me sentí especial, donde creía que yo era la única y a la que querías en aquel momento.Todavía sigue en mi memoria, aunque no lo quiera aceptar, aunque trate de hacerme a la idea de que todo fue un simple error, que nada cambiará…
Ingenua de mí, creí en algo totalmente equívoco. Cuando apartaste tus ojos de los míos y clavaste la mirada en otro punto que no era yo, sé que fue un “no eres nadie”.No tengo ninguna razón para estar así, no sé por qué le doy tantas vueltas a algo que para ti fue de lo más habitual… Pero aún, cuando te miro y veo tu sonrisa quiero volver a aquel momento.
Porque en un primer momento crees que lo tienes todo, que estás en lo más alto y que tu vida no podría ir a mejor; que nada va a cambiar y que estás rodeado de gente a la que le importas de verdad, los cuales nunca te van a defraudar y estarán contigo por siempre. Y es en ese mismo momento cuando caes…Todo desaparece como si nunca hubiese existido, “¿Qué he echo mal?” Te preguntas una y otra vez. “ Lo he hecho lo mejor que he podido” Pero hacerlo lo mejor que puedes nunca basta, tienes que dar más, mucho más. La vida es un cambio constante, pasarán cosas que nunca creías ni por asomo que podrían llegar a pasar, llegarás a lugares que nunca te imaginaste que existían, te rodearás de gente que jamás habias visto en tu vida. Aprovechar cada segundo, exprimirlo al máximo para luego dejarlo pasar y continuar con tu vida. Mirar hacia atrás y ver momentos de intensa felicidad que creías que nunca tendrian final y mirar hacia delante y ver a gente que ahora es cuando tienen ese momento de gloria. ¿Y tú qué? ¿Qué se supone que vives en este momento? No tienes noción de tiempo ni de espacio, unicamente vives y ya está, para que pasen los días, para tener suficiente edad como para dejarlo todo y empezar de cero. Ojalá existiese un lugar donde tu única preocupación fuese respirar…
¿Por qué tendría que pararme a pensar en el qué pensarán los demás? Creo que ya he parado demasiados impulsos por pensar en el qué dirán. Las cosas tendríamos que hacerlas en el momento en el que las sentimos, ahí es cuando tienen valor y significan algo. Puede que después te pares a pensar en que deberías de haberlo echo, pero que ya es demasiado tarde. Quien sabe dónde estaremos mañana o qué haremos dentro de diez años…Ahora se trata de disfrutar de las cosas que puedes hacer, aquí y ahora, en este momento.
Y cuando menos te lo esperas te defrauda, aquella persona que en su día lo fue todo para ti hoy ha desaparecido. Solo veo su fugaz sonrisa a veces y sus ojos de niña inocente, nada más. No sé donde está aquella persona que en su día podía hacer vibrar mi alma con solo tenerla cerca. Creí que podría tenerte a mi lado siempre, hoy más que nunca sé que hemos tomado direcciones distintas, algo que sin duda no quise aceptar antes.
Hola de nuevo a todos! Sé que llevo muchísimo tiempo sin pasarme por aquí, pero el instituto es como és, además en el verano estuve trabajando y el 5 de septiembre me fui de intercambio a Estados Unidos *_* Y llegué el 24 de allí, total que perdí una semana de clase, tuve que ponerme al día y demás, exámenes ya puestos, algunas pruebas...Y para mi sorpresa la evaluación se adelanta a finales de Noviembre =) XDDD Madre de dios! Aquí os dejo algunas fotos de Estados unidos, para que me tengáis envidia jajaja, pero de la sana ¿eh? ^^
Todo cambia, cosas que creía en un pasado lejano que no pasaría están pasando ahora. Personas de las que creías que lo tenías todo y que al cabo del tiempo te das cuenta de que no tienes nada. Personas que no valoran lo que haces, solo quieren que se lo des todo, sin recibir tú nada a cambio. Personas que solo ven lo que tienen delante y no se dan cuenta si tú estás detrás, escuchando y viendo todo lo que dicen. Personas que te hacen daño, tal vez sin quererlo, sin darse cuenta o tal vez es solo que han encontrado a alguien mejor que tú. A pesar de todo, quieres seguir formando parte de sus vidas…Aunque sepas en el fondo de tu corazón que quizás ya no te quieran dentro de ellas. Hay veces que caes, otras te levantas y piensas que no ha pasado nada y que todo volverá a ser lo mismo. Cuando vuelves a la realidad te das cuenta que has sido una ilusa, que la persona a la que querías a tu lado ya no está. Todo a sido por una tontería finalmente, pero esa tontería lleva acarreada muchos golpes que dejaste pasar, muchas faltas, cosas que creías que esa persona nunca haría…al final todo se resumen en el creer, creer que está todo perdido, creer que nada puede ir peor, creer que algún día esto que escribo ahora mismo no tendrá sentido…Dentro de un tiempo tal vez me ría al leer esto, y tal vez no recuerde el por qué lo escribí. Espero que ese día llegue pronto, que todo vuelva a la normalidad. Creer que ese día llegará es la razón por la que ahora mismo no estoy llorando. Ilusionarte con cosas que acabaron mal, ilusionarte con algo que crees que pasará pero nunca pasó, ilusionarte por ver que todo marcha bien… A pesar de todo siempre sonrío, no soy egoísta por las personas que han estado, están y estarán siempre a mi lado. Gracias a ellas me siento bien, contenta, me reconfortan y me hacen olvidarme de todo. Quizás en un futuro estas personas no estén en mi vida, pero… ¿Para qué pensar en el futuro si cuando estás en el presente sientes que las tienes? Todo puede cambiar, cosa del dichoso destino que a veces nos hacen sufrir y otras llorar de alegría.
*All that we can do is try to make it right , but sometimes it doesn't work at all...
Parecía todo tan irreal y mágico, algo que hace muchos años pensé que no pasaría.
Nos encontrábamos en un pequeño llano verdoso, con flores de colores cálidos y árboles altos y esbeltos.
Frente a nosotros había un pequeño lago, donde en sus aguas cristalinas se reflejaba la luna.
Corría un aire fresco y suave, verdaderamente acogedor.
Nos encontrábamos tendidos en una gran sábana, de perfil, mientras manteníamos nuestras miradas, sin hacer el más mínimo ruido, solo se escuchaba algún que otro grillo en la lejanía.
Él tenía puesta su mano en mi cintura y entonces noté como poco a poco me atrajo hacia si.
Llegamos al punto en el que nuestros labios estaban tan cerca, que pude sentir su respiración en los míos.
Cerré los ojos y me acerqué a él, depositando un pequeño beso en sus suaves labios.
Noté como se levantaba y se colocaba encima de mí.
Seguía mirándome a los ojos, intensamente, esperando que los míos le dieran una respuesta de seguir adelante; más que eso, alcé mis brazos y le rodeé el cuello, atrayéndole hacia mí.
De nuevo le besé, esta vez dejé una pequeña grieta en mis labios, para que él beso fuese más intenso.
Mientras nuestros labios jugaban, noté como las manos de John se introducían en mi camisa.
Sus manos cálidas recorrieron mi estómago, hasta que llegaron a mi busto, allí se pararon y reconocieron el entorno ya explorado anteriormente.
Notaba como mi sangre empezaba a calentarse, y como mi corazón latía con fuerza.
Apreté mis brazos a su cuello y le seguí besando hasta que me falto el aliento.
Deslizó sus manos hacia abajo y paró de besarme.
Se levantó hasta quedarse sentado encima de mí y se quito la camisa.
Miré con cierto rubor sus pectorales algo marcados y su piel, que a la luz de la luna era preciosa.
Entonces fue cuando se levantó y se sentó al lado de mí, sabía lo que quería decir.
Me senté de rodillas en la sábana y me coloqué frente a él.
-Quiero que lo hagas tú- Susurré mirando hacia el suelo, mi cara estaba ardiendo de la vergüenza.
Se acercó a mí y me quitó la camisa con delicadeza.
Acto seguido coloqué mis manos en mi pecho, fue solo un acto reflejo.
Le miré y vi cómo sonreía.
Me quedé una vez más embrujada con su sonrisa, hacía que me olvidara de todo.
De nuevo se acercó a mí y me besó en el cuello; Notaba como sus labios recorrían todo este y dejaba su aroma en él.
Llegó de nuevo a mis labios, y mientras volvíamos a besarnos, volvimos a caer al suelo.
Estuvimos varios minutos besándonos, hasta que noté como John introducía su mano por mi falda.
No pude evitar que mis piernas se cerrasen, aún así el siguió acariciando mi muslo.
-Espera- Musité cuando conseguí librarme de su beso.
-¿Qué pasa?- Dijo sentándose de nuevo a mi lado.
-Esto es un poco vergonzoso.
-Lo sé.
-No es por ti, es solo que estoy un poco nerviosa.
-Es normal Helena, solo tienes que pensar en mí.
De nuevo de abalanzó contra mí, siempre con suavidad.
Esta vez noté como se quitaba sus pantalones, el nerviosismo volvía a mí con más fuerza.
Pero esta vez no pude decir que no, era el momento perfecto, si no lo hacía hoy, me arrepentiría el resto de mi vida.
Yo le quiero, no tiene por qué haber más dudas.
Pronto llegamos a ese momento, en el que no puedes decir nada.
Simplemente agarré con todas mis fuerzas los hombros de John y esperé.
-Si te duele mucho, dímelo, ¿Vale?
Asentí como pude cerrando bien los ojos.
El dolor comenzó, pero en escasos minutos todo acabó.
-¿Estás bien?-Me susurró al oído.
-Sí- Dejé de agarrarle con tanta fuerza.
Se levantó un poco para poder mirarme a los ojos.
-Te quiero más que a nada.
No pude evitar que unas lágrimas saliesen de mis ojos, le abracé con fuerza.
Los dos estábamos sudando, mi sangre se había sobrecalentando y creí que mi corazón se iba a salir de pecho.
Cogí la cara de John entre mis manos, estaba empapado en sudor.
Suspiró y apoyó su cabeza en mi pecho.
Nos quedamos así hasta que la luz del amanecer recreó de nuevo el paisaje y todo volvía a brillar con su color natural.
Yo ya me había vestido y ahora miraba a John con dulzura, mientras le apartaba el pelo de la cara.
No pude contener las ganas y le besé de nuevo.
